Impresión 3D y la ecología: 12 iniciativas que cambiaran el mundo

La impresión 3D y la ecología han ido de la mano casi desde los inicios de las tecnologías de fabricación aditiva. Al ser un método aditivo suprimir la generación de residuos producidos con la utilización de otros métodos sustantivos. Además de esto, muchos investigadores han encontrados en la impresión 3D una manera de promover la economía circular y reutilizar ciertos materiales para acabar con desechos plásticos, electrónicos, de comida…

Para celebrar contigo el Día de la Tierra, te presentamos 12 interesantes proyectos que relacionan la impresión 3D con la ecología. ¿Su meta? fabricar respetando el ambiente y reutilizar buena parte de los desechos de nuestro mundo.

Million Waves, transformar desechos plásticos en prótesis

El proyecto Million Waves apunta a transformar los desechos plásticos en prótesis impresas en 3D, especialmente las que se lanzan a los océanos. Según Million Waves, ¡Actualmente suman 13 billones de kilos por año! Ante esto, sus dos fundadores decidieron organizar sesiones en las playas para recoger botellas, envases y otros residuos. Por ahora, el proyecto puede reciclar PET únicamente y convertirlo en un filamento de impresión:  30 botellas son necesarias para crear una prótesis. Vendida por tan solo $ 45. El Proyecto Million Waves funciona a través de una aplicación móvil que conecta a las personas necesitadas con voluntarios que pueden hacer la prótesis en casa.

Salvar los arrecifes de coral impresos en 3D.

El especialista en impresión de hormigón 3D XtreeE instaló un primer arrecife de coral impreso en 3D en el Parque Nacional de Calanques, en el sur de Francia. ¿Su misión? restaurar un hábitat ecológico en peligro de desaparición. Junto con su socio Seaboost, combinaron su conocimiento de impresión 3D en gran formato y la biología marina para crear este impresionante arrecife impreso en 3D a partir de hormigón. Imita a uno de los hábitats más ricos del mar Mediterráneo: el coralino, conocido por albergar miles de especies, incluidos peces, crustáceos, corales, algas, moluscos, etc.

Francofil, desarrollando filamentos bioplásticos

Es una startup francesa que ha desarrollado filamentos 3D a base de bioplásticos llamados: NaturePlast. Estos filamentos son derivados de diversas industrias permitiendo reutilizar ciertos productos, así llega el filamento de conchas de mejillones, de ostras y hasta de vieiras. Reutilizan igualmente desperdicios  trigo y de café. Recordando un poco a algunos filamentos creados por la empresa estadounidense 3Dom. Actualmente los precios para imprimir en 3D con un filamento de ostras y darle a tus proyectos un toque muy original tiene un precio de 35€.

Impresión 3D y la ecología: 3Devo, pellets para fabricar

Fundada en 2015, esta startup holandesa ha desarrollado SHR3D IT en 2017, una máquina capaz de convertir sus residuos plásticos en gránulos imprimibles en 3D. Combina las capacidades de una trituradora, capaz de reciclar 5.1 kilos de plástico en solo una hora. La startup ha lanzado, en paralelo con este innovador sistema, una máquina que permite crear directamente filamento 3D a partir de estos pellets. 3Devo ofrece un sistema de economía circular que permite fusionar la impresión 3D y la ecología y desarrollar tu propio material de impresión.

Print your City, una iniciativa europea

Print your City utiliza impresión 3D de gran formato y convierte residuos plásticos en mobiliario urbano. El proyecto se lanzó inicialmente en Ámsterdam, donde se crearon varios bancos de 50 kilos con los residuos producidos por los habitantes de la ciudad. Este proyecto está liderado por la asociación The New Raw, que ha extendido su iniciativa en Grecia, en Salónica. Se imprimieron diferentes piezas de mobiliario en 3D, con la misma lógica: bancos, macetas, etc. Los habitantes pueden acudir directamente a un laboratorio dedicado para reciclar sus residuos y así contribuir a relación entre la impresión 3D y la ecología.

Refil y sus filamentos reciclados

Refil es una pequeña empresa holandesa dedicada a reciclar plásticos de diversas industrias y convertirlos en filamentos de impresión 3D FDM. Este proyecto pertenece al estudio de diseño Better Future Factory, especializado en desarrollo sostenible. Actualmente, han desarrollado con éxito 4 tipos de filamentos 100% reciclados: ABS, desarrollado a partir de tableros de automóviles, filamentos de PET de botellas de plástico, PLA obtenido a través de la reutilización de plástico blanco  y su nuevo filamento HIPS creado gracias a el reciclaje de refrigeradores viejos. Una bobina cuesta alrededor de 30€, un precio bastante cercano al resto de los filamentos del mercado.

Precious Plastic, un centro de reciclaje en cualquier lugar

Seguimos en Holanda con esta iniciativa Precious Plastic que tiene como objetivo luchar contra la contaminación plástica. Ha desarrollado máquinas que permiten que cualquier persona recicle plástico y organiza reuniones para explicar cómo usarlas. Estas soluciones incluyen un molinillo, un sistema de extrusión para crear un filamento de impresión 3D, una máquina de inyección y compresión. Todas las máquinas son de código abierto y se pueden ensamblar fácilmente en el hogar, lo que alienta a la mayoría de las personas a combatir la contaminación plástica.

WASP, salvando al mundo gracias a la impresión 3D y la ecología

En 2015, el fabricante italiano WASP, especializado en maquinaria de construcción, presentó su BigDelta, una impresora 3D de 12 metros de altura diseñada para crear viviendas sostenibles. Un año más tarde, el grupo anunció su intención de imprimir en 3D un pueblo entero, Shambalha, gracias a materiales locales y naturales. Finalmente, en 2018, WASP dio a conocer su máquina Crane, una impresora 3D modular para el sector de la construcción. También lo probó para imprimir en 3D Gaia, una pequeña casa hecha de una mezcla de tierra, paja y composta.

3D-Fuel, un filamento a base de cáñamo

3D-Fuel es otro fabricante de filamentos que utiliza materiales reciclados. Al igual que Francofil, la compañía estadounidense ofrece un filamento basado en residuos de café, pero también en cerveza, PET, etc. Uno de sus productos más notables es su filamento 3D de cáñamo. Un material particularmente apreciado en la industria por sus diferentes posibilidades y facilidad de producción, que no dañan el medio ambiente. Un carrete de este material se puede comprar en el sitio de 3D-Fuel desde 45 €.

ProtoCycler, reciclaje para tu impresora 3D

La máquina ProtoCycler fue desarrollada por la compañía canadiense ReDeTec, que quería reducir la cantidad de desperdicios asociados con la impresión 3D después de encontrar que una gran cantidad de material terminaba en la basura. Por lo tanto, creó un sistema de reciclaje de impresoras 3D que permite fabricar tu propio filamento de plástico a partir de residuos reciclados o pellets vírgenes. ProtoCycler ahora puede reciclar la mayoría de los plásticos más usados ​​en el mercado y se espera que amplíe su gama de materiales pronto. ¡Eventualmente, la compañía espera que este sistema de reciclaje reemplace los contenedores de plástico!

Solar Voyager, un vehículo eléctrico impreso en 3D

La asociación holandesa Clean2Antarctica apoya un estilo de vida sin desperdicios al promover el desarrollo de alternativas sostenibles a nuestros estilos de vida actuales, sin duda la impresión 3D y la ecología tenían que hacerse notar. Para animar a la gente a ver cómo la impresión 3D puede tener un impacto positivo en el medio ambiente, desarrolló el Solar Voyager. Un vehículo eléctrico y construido en gran parte a partir de residuos plásticos reciclados, transformados en materiales de impresión 3D. Esto permitió la fabricación de la carrocería del vehículo. Los fundadores de la asociación llevaron el vehículo en una expedición al Polo Sur en la Antártida. El simbolismo era obvio: la Antártida contiene el 90% del hielo del mundo y no pertenece a nadie, lo que lo convierte en un lugar de desperdicio cero.

Upprinting Food: residuos de alimentos transformados en pequeños snacks 3D

El desperdicio de alimentos es una realidad preocupante en las sociedades de consumo, una realidad contra la cual la holandesa Elzelinde van Doleweerd quiere pelear. Creó su empresa, Upprinting Food, que imprime en 3D una variedad de pequeños bocadillos de alimentos desechados o dañados. Por ejemplo, a partir del pan duro, diseñó una pasta imprimible en 3D que luego se utiliza para crear un delicioso snack. Es capaz de obtener creaciones únicas y elegantes, que ocultan el origen de la materia prima utilizada.

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Lucía C.: Comunicadora audiovisual y diseñadora. Master en Dirección de arte (CICE) y Diplomado en Diseño y Comunicación Multimedia (TAI). Motivada por los nuevos retos, especialmente en el campo de la comunicación. En constante descubrimiento de las innovaciones en impresión 3D. Amante del cine y el buen diseño.

Ver comentarios (3)

  • Todo esto está muy bien, pero ¿qué hacemos ahora con los restos de impresión que tenemos? Cada vez más gente tiene impresoras 3D, que como se puede comprobar fácilmente, generan una cantidad importante de residuos (piezas fallidas, soportes, etc.) de diferentes tipos de plásticos (PLA, ABS, PETG...).

    El PLA por mucho que digan NO es biodegradable, del resto ya ni hablamos, así que estamos contribuyendo a la generación de más residuos plásticos. No existe un ciclo real de reciclaje, por lo menos en España la mayoría acaba en vertederos, porque aunque existan los denominados "puntos limpios" para depositar las basuras previamente clasificadas, el tratamiento no es el adecuado.

    Creo deberíamos inventarnos algún método para poder reciclar adecuadamente, todos estos deshechos que generamos con nuestras flamantes impresoras 3D...

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