¿Cómo funciona el mundo de la comida impresa en 3D personalizada?

El comportamiento general del consumidor ha cambiado casi por completo en las últimas décadas, ya sea en el sector de la moda, la automoción o incluso en el sector de la alimentación. Tendencias como el veganismo o la idea de consumir productos alimentarios más sostenibles y sanos en su conjunto se han ido imponiendo en los últimos tiempos. Para garantizar que se satisfagan todas las necesidades individuales, están surgiendo una serie de nuevas posibilidades en el sector alimentario, en parte también gracias al uso de la fabricación aditiva. Además, esto también puede servir para controlar el desperdicio global de alimentos y garantizar la seguridad de los productos. Por eso, la Universidad Tecnológica de Eindhoven se ha interesado también por los alimentos impresos en 3D.

Imagina que al comer una galleta, el segundo bocado tenga un sabor completamente diferente al del primer bocado. ¿Te preguntas cómo puede ser eso posible? Mediante la impresión en 3D, ahora es posible crear experiencias gustativas completamente nuevas. Nuestras preferencias personales y los diferentes aspectos de la salud juegan un papel importante en lo que elegimos consumir. Como ya sabemos por otros proyectos de impresión 3D, la producción, en este caso, también se realiza aplicando el material comestible capa a capa. Sin embargo, según el equipo de investigación holandés de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, esto no sólo garantiza la creación de platos únicos y deliciosos, sino que también ofrece la posibilidad de cambiar las propiedades de nuestros alimentos desde cero.

Nicky Jonkers ha estado trabajando en la producción personalizada de alimentos como parte de su proyecto de doctorado (créditos de imagen: Bart van Overbeeke)

Tecnología SLS para comidas individuales impresas en 3D

En el proyecto de doctorado dirigido por Nicky Jonkers, la tecnología SLS se ha utilizado para desarrollar productos alimenticios individuales e innovadores. El objetivo principal es el de personalizar la textura y, por tanto, redefinir por completo la experiencia del consumidor. Para lograr este objetivo y obtener la textura deseada, se modifican las condiciones del proceso SLS, así como la caracterización de la microestructura y las propiedades mecánicas de los alimentos.

Gracias a ello, Jonkers pudo establecer relaciones entre el proceso y las propiedades, para contribuir al cumplimiento del objetivo.“Abordamos el concepto de la alimentación desde un punto de vista de Ingeniería Mecánica, creyendo que esto mejorará en gran medida los métodos de diseño de los alimentos”, dijo el investigador de doctorado Nicky Jonkers. Los resultados más notables del proyecto son las muestras de galletas que se han creado y probado mediante la fabricación aditiva. Puedes obtener más información sobre el proyecto AQUÍ.

Una de las impresoras utilizadas por Nicky Jonkers (créditos imagen: TNO)

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Marta G.:
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