Un nuevo proceso ultrarrápido de impresión 3D con resina opaca
En la EPFL (Suiza), los ingenieros del Laboratorio de Dispositivos Fotónicos Aplicados (LAPD) han desarrollado una impresora 3D de resina capaz de diseñar objetos en pocos segundos. Esta impresora puede producir piezas con una resina opaca, lo que hasta ahora no era posible.
Las innovaciones centradas en los procesos de resina son numerosas y hace 5 años, este equipo de ingenieros ya desarrolló una tecnología para acelerar considerablemente el proceso de impresión. Normalmente, se puede tardar varias horas en obtener una pieza final y muchos fabricantes buscan optimizar la velocidad de sus máquinas. En este caso, los ingenieros se basan en un método volumétrico para hacerlo. Christophe Moser, profesor de la EPFL, explicó cómo funciona: «Vertemos la resina en un recipiente y la hacemos girar. A continuación, iluminamos el recipiente en diferentes ángulos, lo que hace que la resina se solidifique allí donde la energía acumulada en la resina supera un nivel determinado. Es un método muy preciso y puede producir objetos con la misma resolución que las técnicas de impresión 3D existentes.»
Créditos de imagen: EPFL
Además de obtener una pieza con una buena resolución, el proceso es bastante más rápido. De hecho, los ingenieros probaron su método e imprimieron con éxito un diminuto Yoda en sólo 20 segundos. Pero lo más interesante es el material utilizado: la resina opaca. El uso de una resina de este tipo en un proceso volumétrico plantea un gran desafío. La luz no se propaga suavemente, lo que reduce la cantidad de energía necesaria para solidificar la resina líquida. Como resultado, la resolución disminuye, lo que hace que la impresión volumétrica sea menos atractiva para muchos usuarios. Por ello, los ingenieros buscaron una solución para sortear este problema y garantizar que la luz pudiera atravesar la resina en línea recta.
El primer paso fue estudiar la trayectoria de esta luz con una cámara de vídeo. Después, se basaron en cálculos informáticos para componer la distorsión de los rayos. A continuación se programó la impresora 3D para que realizara estos cálculos y corrigiera la trayectoria de la luz durante el proceso de impresión. El objetivo es redirigir la luz a los lugares deseados para obtener la energía suficiente para solidificar la resina.
Poco a poco, la resina se deposita en el objeto (créditos imagen:: EPFL)
Los ingenieros esperan utilizar esta técnica en el campo de la medicina, sobre todo para diseñar arterias artificiales, ya que estos procedimientos suelen requerir el uso de resina opaca. Los próximos pasos serán utilizar varios materiales al mismo tiempo y aumentar la resolución de una décima de milímetro a un micrómetro. Os mantendremos informados de los próximos avances del proyecto. Mientras tanto, puedes encontrar más información AQUÍ.
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