Rocky, el perro guardián impreso en 3D por un joven argentino

A pesar de las adversidades que nos trajo el periodo de aislamiento durante la pandemia del Covid-19, para otros personas este tiempo fue favorable y de crecimiento. Muy seguido escuchamos de gente que durante el confinamiento arrancó un nuevo negocio, alguien que concluyó un proyecto olvidado y a muchos otros que aprendieron nuevas destrezas. Hoy te presentamos un ejemplo de esto: Dylan Quintero, el joven de 25 años que gracias a una impresora 3D creó a Rocky, un perro robot que funciona como vigilante. Él cree fuertemente en este tipo de robots que pueden facilitar la labor en algunos oficios como el de la seguridad, donde los profesionales pueden llegar a correr grandes riesgos.

En 3Dnatives te hemos presentado otros proyectos de perros robot que han sido concebidos gracias a la impresión 3D como el caso Astro. Sin embargo, lo que hace diferente a Rocky es que su amo lo ha producido de manera autodidacta. Con estudios de ingeniería electrónica como base, el joven de 25 años también se ha apoyado con tutoriales que encuentra en YouTube, la ayuda de sus profesores, artículos científicos y su inquietud por aprender. Lograr el resultado de hoy le ha tomado 3 años y espera que en el futuro su robot compita en el mercado.

Dylan Quiroga presenta en la Universidad de la Matanza, su casa de estudios, el proyecto Rocky. (Créditos: Zonales)

En una entrevista con el diario argentino Zonales, el joven declaró: «Hacer un robot es un camino lleno de adversidades. Fue un proceso con varios altibajos, ya que de repente tenía muchas ideas sobre cómo quería que fuera, pero me limitaban los recursos. Desde chico siempre quedé asombrado cuando veía en Internet los prototipos que se exponían». Como solución a la falta de recursos, Dylan vio en la impresión 3D posibilidades para llevar a cabo su proyecto. Con una impresora de tecnología FDM instalada en la cocina de su casa fabricó todas las piezas que conforman a Rocky. Esta máquina para la fabricación aditiva le permitió que el resultado final fuera más económico frente a otros que existen en el mercado. En su entrevista con Zonales el joven también explicó que la impresión 3D de las piezas fue lo que menos tiempo le llevó, esto le permitió concentrarse más en el diseño y la programación del robot para conseguir un funcionamiento correcto.

Aunque en un principio la idea del robot no estaba orientada del todo para su uso en la vigilancia y la seguridad, el joven fue descubriendo las posibilidades de Rocky. Dylan ahora considera que este modelo puede aligerar la labor de personas con trabajos de alto riesgo, por lo que hoy en día Rocky tiene una cámara integrada y es controlado a distancia a través de una aplicación móvil. Para llegar a este resultado el joven experimentó primero con un control manual hecho con una botella de plástico y conforme iba aprendiendo pudo desarrollar la aplicación. Ahora es posible seguir los pasos de Rocky, controlar su velocidad, su trayectoria y movimientos.

Las posibilidades que ofrece este robot cuadrúpedo impreso en 3D podrían reducir los riesgos en tareas de seguridad. Pensemos en personas que arriesgan su vida en misiones y se exponen a amenazas desconocidas. Indudablemente, robots como Rocky pueden llevar a cabo esta labor mientras los expertos lo controlan desde una zona segura. El joven argentino sigue experimentando para mejorar el funcionamiento del robot, sobre todo para aumentar la velocidad de las patas y prolongar el tiempo de carga de la batería integrada. A través de su cuenta de Instagram (@proyecto.rocky) Dylan comparte todo este proceso. Si quieres conocer más, te dejamos el siguiente reportaje de Telenoche.

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*Créditos de la foto de portada: Clarín