Pangea Aerospace activa con éxito el motor aerospike para cohetes espaciales
Fundada en 2018, la startup española Pangea Aerospace nace con el objetivo de mejorar la eficiencia productiva de motores para cohetes espaciales. Con sede en Barcelona, la empresa ha conseguido un hito en la historia del sector aeroespacial ya que ha encendido con éxito un motor aerospike creado con tecnologías 3D. Para ello han recurrido a las tecnologías de fabricación aditiva en algunas piezas y empleando un material reutilizable que tiene un impacto ambiental mucho menor. Esta prueba simularía a la perfección el vuelo necesario para llevar satélites en órbita. De esta manera, Pangea Aerospace ha mejorado los desarrollos que hizo la NASA en los años 80 y 90, al ser capaz de producir el motor a un coste reducido a la vez que soluciona el problema de refrigeración.
Gracias a los avances tecnológicos en torno a la impresión 3D de cohetes, muchas empresas están apostando por este método productivo para desarrollar algunas de sus piezas. De hecho, uno de estos ejemplos más recientes es Hyperganic, una empresa alemana que combinó la impresión 3D y la inteligencia artificial para crear un prototipo de motor de cohete que permitiera reducir el riesgo de errores y ofrecer una producción automatizada. Y España no se queda atrás ya que, además de crear el motor aerospike, Pangea Aerospace también ha firmado un contrato con el CNES (Centro Nacional de Estudios Espaciales) en Francia para estudiar cómo se puede aplicar esta tecnología a motores de mayor tamaño. También está en contacto con otras entidades privadas, como la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial de España (CDTI) para investigar el uso y desarrollo de esta tecnología.
Aerospike, un motor más eficiente gracias a la impresión 3D
Gracias a la fabricación aditiva de metal, Pangea Aerospace ha desarrollado canales de enfriamiento con geometrías muy complejas y ha podido fabricar el motor aerospike a un coste muy reducido. Según afirma Adrià Argemí, CEO y cofundador de Pangea Aerospace: “Hemos conseguido desbloquear la tecnología aerospike a un coste muy bajo. Se trata de un hito a nivel mundial para el sector y lo hemos conseguido desde España”. El motor aerospike dirige los gases que propulsan el cohete al espacio con una tobera abierta en forma de “V”. Esto permite un 15% más de eficiencia respecto a los motores en campana ya que los gases están expandidos de manera óptima. En otras palabras, más del 80% del peso de un cohete es combustible y para llevar los mismos kilogramos de satélite en órbita, se necesita un 15% menos de combustible.
Uno de los problemas que tuvieron que enfrentar estaba relacionado con los combustibles, que en estado criogénico, entran por los canales de refrigeración y enfrían el motor antes de entrar en la cámara de combustión. Para resolver el problema térmico en este tipo de motores, la empresa contó con su socio Aenium y el nuevo material GRCop42, una aleación de cobre desarrollada por la NASA en 2019 para la impresión 3D de cámaras de combustión en motores de cohetes. Miguel Ampudia, CEO de Aenium, comenta: “Gracias a una aleación de cobre desarrollada por la NASA y a la tecnología de nuestra empresa, hemos podido imprimir esta pieza que presentaba uno de los diseños más complejos y de la que estamos muy orgullosos. Esta pieza solventa los problemas térmicos de un motor que impulsará los viajes del mañana por el Espacio”.
Desde que se teorizó el motor aerospike, muchas agencias espaciales y empresas de la industria han intentado hacer volar este tipo de motores. Es por eso que resulta sorprendente ver cómo esta idea se ha llevado a cabo con éxito gracias a las tecnologías 3D. Puedes obtener más información sobre este proyecto en el sitio web de Pangea Aerospace.
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