Who nose?, impresión 3D que muestra nuestra optimización para vivir en Marte
Desde hace algunos años la idea de habitar Marte o la Luna es un tema recurrente, en el que sin duda las tecnologías de impresión 3D serán un gran aliado. Hace algunos meses te hablamos del proyecto de viviendas en el planeta Rojo y te hemos hablado también de la aldea lunar que planea la Agencia Espacial Europea. ¿Pero qué pasa con nosotros? ¿Acaso no debemos de cambiar también para adaptarnos a las nuevas condiciones de vida? La investigadora Marta Flisykowska habla sobre la optimización para vivir en Marte en su proyecto ‘ Who nose?”, «Aplicación de las tecnologías incrementales en consideración de la estética transhumanista”.
En 2017 la NASA dio a conocer un estudio del Programa de Investigación Humana, en el que se analizaron los posibles cambios en los seres humanos después de largas estancias en el espacio. El cuerpo humano sufriría un cambio debido a la exposición de temperaturas más extremas, radiaciones más altas, atmósfera menos densa…
Tipos de narices que podríamos desarrollar
La investigación de Flisykowska se centra específicamente en la nariz, que es la que más cambios puede sufrir. Se ha demostrado recientemente que las fosas nasales se han modificado de acuerdo al clima en el que viven las personas: en climas cálidos y húmedos tiendes a tener fosas nasales anchas, mientras que los de climas fríos y secos predominan las fosas más estrechas.
Para mostrar la evolución de la nariz, y la optimización para vivir en Marte, Flisykowska, se valió de la impresión 3D. Con la que consiguió imprimir varios prototipos de narices que podrían ser la evolución de las que tenemos actualmente. Una posible adaptación es una nariz larga con orificios nasales dobles, lo que facilita el calentamiento del aire. Otra es una nariz plana que sería menos propensa a las quemaduras solares y también sería más adecuada para el uso a largo plazo de un casco.
Prototipos impresos en 3D de narices
«La nariz es un resonador y tiene una influencia sobre los efectos acústicos», explica Flisykowska. «Dado que la comunicación se realiza principalmente con el uso de micrófonos, su efecto será el mismo que en la cabina de un avión, lo que significa que algunas frecuencias serán interrumpidas por ruidos, y esto dificultaría la comunicación».
“Who nose?”, no es abiertamente el futuro de nuestra nariz en caso de que lleguemos a Marte. Pero da una idea de la evolución que ha sufrido nuestro cuerpo y de cómo puede seguir cambiando para adaptarse a nuevos entornos. Muestra también el potencial de la impresión 3D y su influencia en nuestro día a día.
Encuentra toda la información sobre la investigación del proyecto «Who nose?», aquí.
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