La impresión 3D continúa siendo una de las tecnologías más disruptivas en el ámbito industrial, abriendo nuevas vías para la personalización, la eficiencia y la sostenibilidad. En el sector de la construcción, donde tradicionalmente han predominado métodos manuales y procesos poco digitalizados, la fabricación aditiva comienza a ganar protagonismo gracias a su capacidad para reducir costes, optimizar recursos y dar forma a diseños imposibles hasta ahora. En este contexto surge Aridditive, una startup nacida en el entorno de la UPC que apuesta por la impresión 3D de hormigón como motor de cambio en la construcción. Hablamos con Roger Uceda, CEO y cofundador de la empresa, para conocer más sobre el recorrido de Aridditive, los retos y oportunidades de esta tecnología, y su visión sobre el futuro de la construcción mediante fabricación aditiva.
3DN: ¿Puedes presentarte y contarnos tu relación con la impresión 3D?
Mi nombre es Roger Uceda, soy ingeniero industrial y actualmente CEO y cofundador de Aridditive, una startup deeptech nacida para transformar la industria de la construcción a través de la impresión 3D de hormigón. Mi relación con la impresión 3D comenzó en 1997, el mismo día que inicié mis estudios de ingeniería industrial en la ETSEIB (UPC). En una de las primeras clases, nos hablaron de una máquina capaz de fabricar objetos físicos a partir de diseños digitales. En aquel momento sonaba a ciencia ficción. Esa máquina —una impresora SLA-7000 de 3D Systems— estaba en el Centre CIM de la UPC. Años más tarde, marcaría profundamente mi carrera profesional.
Roger Uceda (izquierda) y Arnau Cumelles (derecha), co-fundadores de Aridditive.
En 2005 me incorporé al CIM UPC como responsable de servicios tecnológicos, donde gestioné un service bureau que realizaba entre 1.000 y 2.000 servicios al año para empresas industriales. Más adelante, cofundé BCN3D Technologies, una spin-off del CIM UPC, donde fui CEO entre 2011 y 2017. Durante esa etapa, la empresa creció hasta facturar más de 3 millones de euros anuales con un EBITDA del 12%, convirtiéndose en una de las startups más reconocidas del sector. Esa experiencia consolidó mi vocación emprendedora y mi propósito: hacer que las cosas pasen. Con esa energía y aprendizaje arranco ahora una nueva etapa al frente de Aridditive.
3DN: ¿Qué es Aridditive y cómo surgió la idea de crear la empresa?
Aridditive es una spin-off de la UPC y del CIM UPC, creada con la misión de liderar la transición hacia una construcción más sostenible, digital y automatizada, gracias a la impresión 3D de hormigón. La empresa surge a partir del desarrollo tecnológico que iniciamos en el CIM UPC a lo largo de varios años, a través de proyectos nacionales y europeos de I+D. En un momento dado, entendimos que continuar ese desarrollo desde el entorno universitario ya no era suficiente. Para escalar y tener impacto real en el mercado, necesitábamos un vehículo empresarial ágil, capaz de atraer inversión y generar una propuesta de valor directa para el sector de la construcción.
Participamos en The Collider, el programa de transferencia tecnológica del Mobile World Capital, donde validamos el modelo de negocio y reforzamos nuestro enfoque de innovación abierta con empresas del sector. También recibimos apoyo institucional a través del programa “Industria del Conocimiento” de la Generalitat de Catalunya y del programa Startup Capital de ACCIÓ. En 2024 cerramos una ronda de inversión pre-seed de 500.000 €, liderada por BeAble Capital y Suma Capital, dos fondos especializados en deeptech y sostenibilidad.
Con este impulso hemos inaugurado el ATIC (Aridditive Technology & Innovation Center), un espacio de más de 1.000 m² en Sant Vicenç dels Horts, donde colaboramos con empresas como Molins, Benito Urban o Lagula Arquitectes, desarrollando casos de uso reales y explorando nuevas aplicaciones en mobiliario urbano, estructuras arquitectónicas o vivienda singular. Nuestra visión es clara: imprimir el futuro de la construcción sostenible, y hacerlo colaborando estrechamente con todos los actores del sector.
3DN: ¿En qué consiste vuestra tecnología de impresión 3D de hormigón? ¿Qué proyectos habéis llevado a cabo con ella?
Nuestra tecnología se centra en el control y monitorización en tiempo real del proceso de fraguado del hormigón, un elemento clave para asegurar la calidad estructural de las piezas. Este enfoque nos ha permitido obtener una patente europea, pero va mucho más allá: estamos construyendo un sistema de automatización completa y trazabilidad digital, desde la formulación del material hasta los datos del proceso, todo integrado en la nube.
Dado que la normativa actual limita el uso estructural de piezas impresas, hemos comenzado con aplicaciones en mobiliario urbano. En este campo, destaca nuestra colaboración con Benito Urban, con quien impulsamos el concurso FORMART3D. La acogida fue espectacular, y Benito Urban lanzará una colección de bancos impresos en 3D, inspirados en la obra de Gaudí, un referente que sin duda habría aprovechado esta tecnología como nadie.
También estamos desarrollando soluciones híbridas que combinan la impresión 3D con refuerzo estructural localizado. En este sentido, colaboramos con expertos de la UPC especializados en diseño y certificación de estructuras.
3DN: ¿Qué ventajas ofrece este sistema de fabricación frente a los métodos tradicionales? ¿Hay alguna limitación?
La principal ventaja de nuestra tecnología es que elimina la necesidad de encofrados, lo que supone un ahorro significativo de tiempo y coste. Un encofrado puede costar entre 10.000 y 30.000 euros, además de requerir semanas de trabajo especializado. La impresión 3D reduce ese coste y acelera los plazos de fabricación de forma drástica.
La impresora 3D Volta.
Otro aspecto clave es la falta de mano de obra cualificada en el sector. Nuestro sistema puede cubrir parte de esa necesidad y, además, atraer a nuevo talento al aportar una visión más digital y creativa de la construcción. También ofrece una libertad de diseño sin precedentes. Podemos fabricar formas complejas sin penalización de costes, permitiendo soluciones únicas y adaptadas a cada cliente o proyecto.
En cuanto a las limitaciones, como toda tecnología emergente, aún hay retos. La normativa aún no está adaptada, por lo que las aplicaciones estructurales requieren validaciones específicas. Técnicamente, los principios de diseño se asemejan al FDM, pero a gran escala: diámetros de boquilla entre 25 y 40 mm, capas de 8 a 15 mm, y necesidad de evitar soportes. Esto implica trabajar en estrecha colaboración entre diseñadores e ingenieros, pero también abre nuevas posibilidades estéticas y funcionales.
3DN: ¿Cómo ves la fabricación aditiva en la construcción dentro de 10 años? ¿En qué futuros proyectos estáis trabajando?
Según Vantage Market Research, el mercado global de la impresión 3D en hormigón alcanzará los 43.200 millones de dólares en 2035, con un crecimiento anual del 36,9%. No es una promesa: es una transformación real que ya está en marcha. En 10 años, veremos esta tecnología integrada en la cadena de valor de la construcción. La automatización, la trazabilidad, el uso eficiente de materiales y la libertad de diseño permitirán avanzar hacia una construcción más sostenible, rápida y personalizada.
Desde Aridditive ya estamos trabajando en este futuro. En 2025 lanzaremos la primera red de producción basada en nuestra Volta 3D Printer (3,2 × 3 × 2,8 m), diseñada y fabricada en nuestras instalaciones. Prevemos producir 20 unidades en los próximos tres años, colaborando con partners tecnológicos del área metropolitana de Barcelona y expandiéndonos hacia Europa, Asia y América. En 2026 fabricaremos nuestra primera vivienda modular impresa, compuesta por más de 40 piezas producidas en nuestro centro y ensambladas en destino. No solo queremos demostrar su viabilidad técnica y funcional, sino también un nuevo lenguaje arquitectónico basado en libertad formal, eficiencia productiva y bajo impacto ambiental.
Ese mismo año, construiremos un puente peatonal sobre el río Llobregat, cuyas piezas impresas estarán diseñadas como si fueran vértebras de una columna. Cada una responderá a la carga específica que debe soportar. Será el puente más largo jamás construido con impresión 3D de hormigón. Muchos de nuestros proyectos actuales son todavía confidenciales, pero todos tienen un alto potencial de escalado y cuentan con el compromiso real de grandes empresas del sector.
3DN: ¿Unas últimas palabras para los lectores?
En Aridditive queremos imprimir el futuro de la construcción sostenible. No se trata solo de usar una nueva tecnología, sino de cambiar la manera en que imaginamos, diseñamos y fabricamos nuestro entorno. Creemos en un modelo colaborativo, en el que startups, arquitectos, ingenieros, fabricantes y constructoras trabajen juntos para hacer realidad esta transformación. Solos somos rápidos, pero juntos llegaremos más lejos. Si compartes esta visión, si te atrae la idea de crear lo que hasta ahora parecía imposible, si quieres construir con propósito, puedes encontrar más información aquí.
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*Créditos de todas las fotos: Aridditive