BiotINK, imprimir tejidos vivos con una impresora 3D de escritorio

Investigadores de la Universidad Técnica de Munich presentaron hace unos días el proyecto BiotINK, en el que pretenden hacer estructuras celulares complejas en más fáciles y rápidas de manipular utilizando tintas de biotina (vitamina B7) y estreptavidina, además de una impresora doméstica para la creación de tejidos.

Actualmente una de las bases de la impresión 3D de tejidos vivos, son lo que los científicos llaman andamios, que permiten que las células se mantengan en su lugar mientras se desarrollan. Estas estructuras, fabricadas principalmente con PLA, son la base en la que se siembran células orgánicas que se reproducen a lo largo de la estructura logrando la creación del tejido. Posteriormente el andamio se degrada o es retirado manteniendo únicamente el tejido creado.

La utilización de un soporte para el desarrollo de los tejidos era hasta ahora la forma más tradicional de trabajar con la creación de tejidos, hace unos meses crearon una mano humana con células madre a través del mismo proceso. Aún así el proceso de maduración de las células toma mucho tiempo y tiene ciertas limitaciones en cuanto al tamaño.

Julian Hofmann, Christoph Gruber, Luisa Krumwiede y Javier Luna Mazari equipo de BiotINK

Tras todo el análisis relacionado con los soportes para la creación de tejidos, los investigadores alemanes dirigidos por el Dr. Arne Skerra, propusieron un nuevo método utilizando impresoras de escritorio para imprimir estructuras celulares orgánicas. La base está en el proyecto de BiotINK, organizan dos tipos de componentes, células y proteínas modificadas, logrando crear una estructura que se polimeriza rápidamente. Estos elementos están unidos por una reacción natural llamada interacción biotina-estreptavidina, permite eliminar así los andamios.

«Mediante el uso de un sistema de dos componentes de células genéticamente manipuladas y proteínas, creamos una especie de superglue molecular que permite el posicionamiento preciso de las células a través de la bioimpresión que los bloquea en posición, permitiendo la formación de contactos tridimensionales intercelulares y microambientes fisiológicos”, mencionó el equipo de BiotINK.

El equipo comparte la manera de hackear un impresora doméstica para convertirla en bioimpresora

El equipo de BiotINK hackeó su Ultimaker 2 para poder ser utilizada para la creación de tejidos, reemplazaron el extrusor con una bomba de jeringa y la programaron para que la extrusión de células fuese milimétrica. A partir de esto, comenzaron a trabajar en el desarrollo de las biotintas, que además de no necesitar andamio, tiene las propiedades necesarias para la creación de tejidos complejos y con múltiples tipos de células.

Algo a destacar del proyecto de BiotINK, es que han mantenido su proyecto abierto a la comunidad relacionada con la bioimpresión a través de su sitio web. Comparten todo el proceso para convertir una impresora doméstica en una bioimpresora, invitando así a colaborar con el proyecto y con los desarrollos de la bioimpresión en la medicina.

Vídeo con el desarrollo de BiotINK:

Encuentra más información en en el sitio oficial del proyecto.

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Lucía C.: Comunicadora audiovisual y diseñadora. Master en Dirección de arte (CICE) y Diplomado en Diseño y Comunicación Multimedia (TAI). Motivada por los nuevos retos, especialmente en el campo de la comunicación. En constante descubrimiento de las innovaciones en impresión 3D. Amante del cine y el buen diseño.
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