Esta tecnología, es una técnica de extrusión de semisólidos en la que se dispensa, a través de una boquilla, un material semisólido que capa a capa conformará la pastilla final sólida. Este proceso tiene la ventaja que se realiza a bajas temperaturas, y no altera la estabilidad del principio activo. La elaboración de estas mezclas semisólidas de partida supone uno de los mayores retos a la hora del desarrollo de medicamentos individualizados, puesto que el estudio del flujo y la deformación de las mismas constituyen un punto crítico limitante del proceso.