El año pasado, McLaren Automotive anunció una colaboración estratégica con el fabricante californiano Divergent Technologies (Divergent3D). Esto supuso un hito importante como aplicación de la fabricación aditiva en el ámbito de los supercoches. El nuevo McLaren W1, que incorpora tecnología inspirada en la Fórmula 1, es el centro de esta colaboración. El objetivo era diseñar el sistema de suspensión más optimizado posible e integrarlo en el monocasco de fibra de carbono. Para ello, se fabricaron mediante impresión 3D componentes clave como el triángulo superior delantero, el triángulo inferior aerodinámico y el montante delantero del superdeportivo del futuro.
El W1 es un superdeportivo híbrido inspirado en los legendarios modelos F1 y P1 de McLaren. Su motor combina un V8 biturbo con asistencia híbrida, desarrolla 1275 CV y alcanza una velocidad máxima de 350 km/h. Con un peso en vacío de 1399 kg, el uso de piezas de chasis ultraligeras y muy resistentes impresas en 3D está estrechamente relacionado con el concepto del coche. Según el fabricante, este se inspira en 50 años de experiencia en las carreras de automóviles y encarna el espíritu de McLaren y su mentalidad F1.
Varias piezas del superdeportivo se han impreso en 3D.
Una visión general de la tecnología
La tecnología básica de la empresa es el Divergent Adaptive Production System (DAPS). Se trata de una solución digital completa para la fabricación que combina el diseño generativo asistido por IA, la fusión láser por lecho de polvo y la tecnología de ensamblaje robotizado. Esta plataforma permite a McLaren fabricar piezas extremadamente complejas sin los costes de herramientas tradicionales, al tiempo que acelera considerablemente los ciclos de diseño. De este modo, el fabricante crea piezas optimizadas en términos de rigidez, durabilidad y aerodinámica.
Concretamente, una de estas piezas es el triángulo inferior, un componente crítico ya que debe responder a las exigencias aerodinámicas y ser lo más ligero posible. Por lo tanto, los equipos de Divergent evaluaron cada gramo de material y perfeccionaron minuciosamente el diseño de la pieza con ayuda de su software. Era necesario encontrar el equilibrio perfecto en términos de peso, ya que una optimización excesiva podía tener consecuencias importantes en el rendimiento del vehículo. El siguiente vídeo lo resume bien:
Cooper Keller, director de programas y operaciones de Divergent, concluye: “El equipo de Divergent Structures ha funcionado realmente como una extensión de los equipos de suspensión y chasis de McLaren. Ha proporcionado el espacio de diseño, las zonas de exclusión, los requisitos de rigidez y los casos de carga, y luego ha permitido que nuestros algoritmos generen la topología optimizada”. Sin duda es una colaboración muy prometedora que augura grandes proyectos en el sector automovilístico. Si quieres obtener más información, haz clic aquí.
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*Créditos de todas las fotos: McLaren