Las pelotas de tenis no duran para siempre. Su vida útil depende del tipo de pelota y del estilo de juego: las pelotas presurizadas suelen durar entre una y tres semanas con un uso moderado y recreativo, pero solo entre una y tres horas en un juego de competición. Con el tiempo, los impactos repetidos provocan el desgaste del fieltro y la caída de la presión interna, lo que da lugar a un rebote más bajo e irregular. El impacto medioambiental es significativo. Cada año se producen más de 300 millones de pelotas de tenis en todo el mundo y, tras su corta vida útil, la mayoría acaba en vertederos, donde pueden tardar hasta 400 años en descomponerse. Para abordar este problema, Noé Chouraqui, estudiante de tercer año de Diseño Industrial y de Producto en Central Saint Martins, ha desarrollado POINT, una pelota de tenis impresa en 3D fabricada con materiales ecológicos. Duraderas y totalmente reciclables, estas pelotas pretenden ofrecer una alternativa sostenible, e incluso podrían obtener la aprobación de la Federación Internacional de Tenis (ITF) para su uso oficial en partidos.
Para crear POINT, Chouraqui llevó a cabo numerosas pruebas, probando diferentes filamentos, estructuras internas de celosía y parámetros de impresión utilizando software como Fusion 360 y BambuLab Studio. En una entrevista con Dezeen, explicó que el material que utilizó fue un filamento de PLA de alta resiliencia (PLA-HR), fabricado a partir de materiales de origen vegetal, principalmente almidón de maíz. Tras crear múltiples iteraciones, logró crear una pelota con un equilibrio preciso entre resistencia, rebote y durabilidad. Ahora cuenta con un diseño patentado único y muy eficaz. Junto con la pelota, Chouraqui diseñó tubos de cartón para un embalaje sostenible.
Las pelotas de tenis POINT de color amarillo neón imitan el aspecto de las pelotas de tenis clásicas.
Jamie Capel Davies, director científico y técnico de la ITF, probó oficialmente las pelotas POINT. Actualmente, la Comisión Técnica de la ITF está revisando los datos de POINT y considerando la posibilidad de ajustar las normas para aceptar alternativas sostenibles en los partidos oficiales. Según Chouraqui, el prototipo mostró «un rendimiento aerodinámico prometedor muy similar al de las pelotas de tenis convencionales».
POINT es otro ejemplo más de cómo la fabricación aditiva puede ser una herramienta para trabajar hacia un futuro más sostenible. «Creé POINT para demostrar que la sostenibilidad y los altos estándares de rendimiento pueden coexistir», escribió Chouraqui en la descripción de su proyecto. «Demuestra que la innovación y la tecnología pueden reducir significativamente el impacto medioambiental, transformando el equipamiento de tenis e inspirando el cambio en toda la industria del deporte». Para obtener más información sobre el proyecto, haz clic AQUÍ. Y si quieres conocer otras formas en que se ha utilizado la fabricación aditiva en el deporte, consulta nuestra infografía aquí.
El embalaje reciclable tiene capacidad para cuatro pelotas.
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*Foto de portada: Iteraciones del diseño de POINT. Créditos de todas las fotos: Noé Chouraqui