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La Torre Blanca, el edificio impreso en 3D más alto del mundo, por fin está lista

Publicado el mayo 22, 2025 por Carol S.

El pueblo de Mulegns, en el cantón de los Grisones en Suiza, solo tiene doce habitantes, pero todos hablan de él. La nueva atracción del pueblo, la Tor Alva (Torre Blanca) de Mulegns, se presentó a principios de esta semana con un impresionante espectáculo de luces y se inauguró oficialmente el martes por la mañana. El proyecto, una colaboración entre la institución cultural Nova Fundaziun Origen y la ETH de Zúrich, ha tardado unos siete años en completarse. La estructura no es solo un símbolo de la arquitectura digital y artística, sino que también pretende estimular el turismo local y darle al pueblo un nuevo aire.

Con sus 30 metros, la Torre Blanca de Mulegns es el edificio de fabricación digital más alto del mundo. Cada una de sus cuatro plantas tiene ocho columnas dobles y cuádruples, fabricadas íntegramente mediante impresión 3D. Una escalera de caracol central une las plantas y conduce a la cúpula. Hay una sala con capacidad para 45 personas que puede utilizarse para actos culturales. La singular arquitectura del edificio permite que la luz natural inunde los espacios interiores y la cúpula. Además, las columnas impresas en 3D presentan una ornamentación artística y una gran variedad de formas. Recuerdan al arte barroco de los Grisones y reflejan la historia de la emigración del pueblo y la presencia de los pasteleros de los Grisones en la zona.

La Torre Blanca se inauguró durante un espectáculo de luces

La Torre Blanca de Mulegns combina arte, arquitectura y tecnología

Tor Alva es sinónimo de cultura de la construcción digital, donde se entrelazan la investigación y el arte, y donde la construcción modular, circular y escalable ocupa un lugar destacado. Desde el principio, los arquitectos Prof. Dr. Benjamin Dillenburger y Michael Hansmeyer, de la ETH de Zúrich, se basaron en la planificación digital para el proyecto. Los datos se registraron en forma de gemelos digitales, y las simulaciones, evaluaciones, etc. también se llevaron a cabo sin planos analógicos. Otras tecnologías, como la realidad virtual y la realidad aumentada, también se integraron en el proceso de planificación.

La impresión comenzó finalmente a principios de 2024. Los distintos elementos de las columnas de hormigón se imprimieron utilizando un robot, con un brazo robótico aplicando el hormigón y otro insertando la armadura. El proceso de impresión en 3D permitió optimizar el uso de materiales e incluir directamente la armadura. De este modo, las piezas impresas en 3D podían unirse sin cola y ensamblarse de forma modular utilizando únicamente tornillos extraíbles. Esto también facilita el desmontaje de la torre dentro de unos años. En total, se imprimieron 124 componentes de este modo, lo que supuso unas 900 horas de trabajo. A partir del verano de 2024, los distintos pisos se fueron elevando gradualmente hasta que la cúpula coronó el edificio en abril de 2025.

Créditos de la foto: R. Masallam

El Presidente de la ETH, Joël Mesot, ve en el edificio una muestra de la colaboración entre ciencia e industria: «La torre aúna los últimos resultados de la investigación con los conocimientos técnicos de empresas y especialistas. Construir la torre aquí, al pie del puerto de Julier, permitirá también a nuestros investigadores adquirir una importante experiencia práctica». Numerosas empresas, entre ellas SAEKI y BASF, así como inversores, participaron en el proyecto, cuyo coste se estima en unos 4,4 millones de francos suizos.

Aunque la Torre Blanca de Mulegns no perdurará, el proyecto demuestra cómo la arquitectura y la tecnología contribuyen al patrimonio cultural, que a su vez sustenta la vida del pueblo. Además, Tor Alva demuestra el potencial de la tecnología de construcción digital y debería animar a la gente a replantearse la construcción en términos de sostenibilidad. Giovanni Netzer, director de teatro y fundador de la fundación cultural Origen, concluye expresando su fascinación por la estructura:

Me fascinó la interacción entre la tecnología digital, la artesanía experimentada, la relevancia cultural e histórica y la búsqueda de formas artísticas. La Torre Blanca no es solo un logro técnico, inspira al mundo de la construcción, fomenta la acción sostenible, promueve el turismo sostenible, crea un nuevo espacio cultural y ayuda a sobrevivir a un pueblo en peligro. Es algo maravilloso.

Más información sobre el proyecto AQUÍ. ¿Qué te parece la Torre Blanca? Deja tus comentarios en nuestras redes sociales: Facebook, LinkedIn y Youtube. Sigue toda la información sobre impresión 3D en nuestra Newsletter semanal.

*Créditos de todas las fotos: Benjamin Hofer

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