La primera pieza de metal impresa en 3D con éxito ya está a bordo de la ISS
¡Ya es oficial! Por primera vez se ha impreso en 3D una pieza metálica en órbita, y más concretamente a bordo de la ISS. Se trata de un trabajo de equipo entre la Agencia Espacial Europea (ESA), Airbus y sus socios. Y si la noticia te suena, es porque ya habían logrado el pasado mes de junio diseñar una pieza impresa en 3D, de nuevo en microgravedad. Pero esta vez, el proyecto va un paso más allá, porque se trata de una pieza de metal real, recuperada directamente de la máquina por las astronautas Jeannette Epps y Sunita Williams. Una prueba más de que la fabricación aditiva tiene su lugar en el espacio, y de que puede facilitar la producción bajo demanda, ideal para las misiones espaciales largas.
La impresión 3D a bordo de la ISS no es nada nuevo en sí misma, lo que sí es nuevo es el proceso utilizado. Mientras que las tecnologías basadas en polímeros ya se han probado en el espacio, los procesos metálicos no. De hecho, existen numerosas limitaciones de seguridad en torno a la impresión 3D de metal, no sólo por las temperaturas necesarias, sino también por la ingravidez, que hace que la deposición de metal sea muy impredecible. Estas dificultades han alargado inevitablemente el proyecto en su conjunto. Cabe señalar que la impresora 3D de metal llegó a la ISS en enero de 2024, pero no estuvo en funcionamiento hasta mayo.
Para ello, se requiere una gran cantidad de supervisión y control. Depositar capas de metal en gravedad cero no es tarea fácil, especialmente en términos de alineación. Por ello, los astronautas a bordo tuvieron que proceder paso a paso para encontrar la calibración perfecta. Este verano consiguieron imprimir 55 capas, aumentando gradualmente el tiempo de impresión diario de 3,5 a 4,5 horas.
Así que no fue sin emoción que los astronautas desvelaron la primera pieza metálica hace algunos días. Se trata en realidad de varios componentes impresos sobre un soporte circular. Miden 9 x 5 cm y son de acero inoxidable. La máquina en cuestión se basa en la tecnología de deposición de energía directa (DED), y funde el hilo metálico con un láser que puede alcanzar temperaturas de hasta 1.200°C.
Anthony Lecossais, ingeniero jefe de metal 3D en Airbus Defence and Space, explica: “Uno de los principales objetivos de este demostrador tecnológico es recopilar tantos datos como sea posible de los efectos de la microgravedad en el rendimiento de la fabricación. Estamos muy satisfechos de haber logrado una impresión satisfactoria, ¡a la primera! Ayudará a avanzar en las tecnologías para las necesidades de fabricación en el espacio, desde las necesidades de utillaje y reparaciones hasta la construcción aditiva, abriendo nuevas posibilidades para futuras misiones de exploración espacial”. Puedes encontrar toda la información sobre esta noticia, aquí.
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*Créditos de todas las fotos: ESA/NASA