Convertir los residuos de PLA en resina de impresión 3D

En la Universidad Estatal de Washington, un equipo de investigadores está trabajando en cuestiones de upcycling, o overcycling que traducido al español significa, el método de transformar productos o materiales que ya no se utilizan en otros materiales u objetos. Buscan dar una segunda vida al producto, en este caso a todo lo que esté hecho con PLA. Se dice que el equipo ha desarrollado un método sencillo para transformar el polímero PLA en resina de impresión 3D y recrear así un objeto con mayor valor añadido.

Los investigadores han creado una resina de impresión a partir de residuos de PLA (crédito de la foto: WSU)

Esta tendencia al upcycling está cada vez más extendida, y más aún en combinación con la fabricación aditiva. Las tecnologías 3D son el medio ideal para dar una nueva vida a los residuos o a un objeto que ha dejado de ser útil. Yu-Chung Chang y su equipo se interesaron por el PLA, un plástico natural y biodegradable. Sí, pero sólo en las condiciones adecuadas. Lo explica: «El PLA es biodegradable y compostable, pero una vez que lo investigas, resulta que puede tardar hasta 100 años en descomponerse en un vertedero. La realidad es que sigue creando mucha contaminación. Queremos asegurarnos de que cuando empecemos a producir PLA a escala de un millón de toneladas, sepamos cómo afrontarlo».

Por ello, los investigadores han desarrollado un proceso rápido y sin catalizadores para reciclar el PLA. El principio es relativamente sencillo: llegaron a descomponer la cadena de moléculas que forman el polímero en monómeros. Para ello utilizaron aminoetanol, un compuesto orgánico bastante económico. La descomposición duraría unos dos días. El equipo utilizó una metáfora que se dirige a todos:

Si quieres reconstruir un castillo de Lego para convertirlo en un coche, tienes que romperlo ladrillo a ladrillo. Eso es lo que hicimos. El aminoetanol ha cortado con precisión el PLA hasta convertirlo en un estado monomérico, y una vez que vuelve a ser monomérico, no hay límite porque se puede repolimerizar en algo más fuerte.

Una vez en estado monomérico, los investigadores pudieron reconstruir el plástico en forma líquida y fotocurable, creando una resina compatible con la impresión estereolitográfica. Una vez completado el proceso de fabricación, el equipo afirma que consiguió propiedades térmicas y mecánicas iguales o mejores que las resinas disponibles en el mercado. Esperan replicar estos resultados con el PET, otro plástico que plantea mayores problemas de reciclaje.

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