Lab 3Dnatives: Test de la impresora 3D DF2+, de RAISE3D

Conocida hasta ahora por sus impresoras 3D FDM, Raise3D continúa su diversificación hacia nuevas tecnologías de fabricación aditiva. En 2023, el fabricante lanzó la DF2, su primera impresora 3D de resina, presentada en la feria Formnext. Menos de dos años después, vuelve con una versión actualizada, la DF2+, que mantiene lo esencial del diseño y la experiencia de usuario del modelo original, pero con una mejora importante. Ahora integra una nueva fuente de luz más potente, compatible con un mayor número de materiales, en particular las resinas técnicas.
Este test se centra en la DF2+, una máquina diseñada para profesionales que buscan fiabilidad, precisión y un flujo de trabajo fluido, desde el corte hasta el postratamiento. Se trata de un modelo que se inscribe claramente en una estrategia de mejora y consolidación de la oferta profesional de Raise3D. Además, ahora se amplía a tres grandes tecnologías: FDM, resina (SLA/LCD) y, más recientemente, SLS. De hecho, se ha anunciado una impresora SLS de Raise3D, que tendremos la oportunidad de probar próximamente en el 3Dnatives Lab.
Desembalaje
El paquete en el que viene la DF2+ está bastante cuidado, en consonancia con el posicionamiento profesional de la máquina. La impresora en sí es voluminosa, con un diseño futurista, que calificaríamos casi de inspiración marciana. Viene acompañada idealmente de dos máquinas de postratamiento dedicadas. La estación de lavado y la estación de polimerización se venden por separado, pero que desempeñan un papel esencial en el ecosistema de Raise3D.

La amplia pantalla táctil frontal ofrece una buena experiencia de control.
Uno de los primeros elementos que llama la atención es la imponente pantalla táctil de la parte frontal. Grande, luminosa y bien definida, da inmediatamente una sensación de alta calidad. Este punto se ve reforzado por la construcción general de la máquina, que transmite solidez.
Instalación y puesta en marcha
La puesta en marcha de la DF2+ no presenta ninguna dificultad importante. Una vez instalada y conectada la impresora, la interfaz táctil nos guía en los primeros pasos: calibración automática de la bandeja, verificación de los componentes, configuración de la red, etc. La navegación por los menús requiere un poco de tiempo de adaptación, ya que algunas funciones están un poco ocultas, pero te acostumbras rápidamente.
En cuanto a la ergonomía, se aprecia la capacidad de respuesta de la pantalla, aunque la organización de la configuración podría ser más clara en algunos casos. No siempre es fácil orientarse a la primera, especialmente para ajustar algunos parámetros de impresión o acceder a las opciones avanzadas. Aun así, una vez que se comprende la lógica, el equipo sigue estando bien pensado en general.

La bandeja de impresión de la DF2+ se bloquea automáticamente, pero también se puede controlar manualmente con una llave que se incluye con la máquina.
Hay un pequeño detalle a tener en cuenta que puede ser importante en el día a día. La impresora, así como las estaciones de postratamiento, emiten numerosos pitidos al navegar por los menús. Es posible desactivar los sonidos, pero siguen sonando al iniciar las máquinas de postratamiento. Además, las tiras de LED de la impresora parpadean cuando finaliza la impresión, y lo siguen haciendo hasta que el operador interviene, un pequeño detalle molesto cuando se inicia una impresión a largo plazo, por ejemplo.
Software y aplicaciones
Raise3D acompaña sus impresoras con su propio slicer, IdeaMaker, conocido por los usuarios de la marca con máquinas FDM. En este caso, está adaptado a la impresión con resina, con una interfaz ligeramente rediseñada y perfiles específicos. La experiencia es, en general, positiva. Hay muchas opciones, los soportes automáticos se generan correctamente y los parámetros de impresión son lo suficientemente avanzados para los usuarios experimentados.

La DF2+ se puede conectar de forma remota utilizando la nube de Raise3D, accesible a través de la web o de ideaMaker.
Paralelamente, Raise3D también ofrece su plataforma en la nube, RaiseCloud, destinada a la gestión remota de impresiones y a la supervisión de parques de máquinas. Sin embargo, en el momento del test, la DF2+ aún no estaba totalmente integrada en esta plataforma, lo que limita por ahora el interés de la nube en el contexto de esta máquina. Es de suponer que una actualización de software subsanará este aspecto en breve.
Por último, también hay disponible una aplicación móvil para la gestión de la impresora, pero sigue estando muy centrada en el uso de máquinas FDM y deja algo que desear en cuanto a su uso con una solución de resina.
Primeras impresiones
Durante el test, utilizamos varios tipos de resinas ofrecidas por Raise3D. Entre ellas, una resina estándar, una resina de alta definición (High Detail) y una resina Tough 2K, más técnica. En todos los casos, la calidad de los resultados fue muy satisfactoria. Las impresiones presentan una excelente definición, las capas son muy poco visibles y los detalles son nítidos, especialmente con la resina de alta definición, que permite capturar geometrías muy finas con precisión.

El depósito de resina (cuba) se retira y se vuelve a instalar en pocos segundos gracias al uso de clips de fijación.
La estabilidad de la impresión también está a la altura. No hemos experimentado ningún fallo durante las pruebas y la máquina se ha mostrado constante en todas las impresiones realizadas. Esto refuerza la idea de que se trata de un producto diseñado para satisfacer las exigencias profesionales.
Sin embargo, no todo es perfecto. Hemos observado que las piezas tienden a adherirse fuertemente a la bandeja de impresión, a veces incluso demasiado. La retirada de las piezas puede resultar delicada, especialmente en el caso de bases finas o soportes delicados, que pueden romperse al despegarse. Este fenómeno parece estar relacionado principalmente con una sobreexposición de las primeras capas, lo que no es raro en las impresoras de resina. Raise3D podría mejorar este aspecto ofreciendo perfiles básicos mejor optimizados o recomendaciones más detalladas para ajustar la exposición según los tipos de resina.
Otro aspecto mejorable es el sistema de alimentación de resina. Aunque la autoalimentación funciona bien una vez instalada, el procedimiento de instalación es un poco engorroso. Primero hay que verter manualmente un poco de resina en la bandeja y, a continuación, colocar el cartucho en la estación de distribución externa. Si se cambia de resina, es imprescindible sustituir el tubo y la bomba para evitar la contaminación cruzada. Esto complica la gestión diaria, sobre todo porque un sistema integrado directamente en la impresora, como el que ofrecen otros fabricantes, podría haber simplificado esta operación.

El filtro interno de la DF2+ permite reducir los olores y las emanaciones de resina, aunque sigue siendo importante utilizar la impresora en un lugar bien ventilado.
Otro defecto, más molesto según el contexto de uso, es la ausencia de una función de reanudación de la impresión en caso de corte de corriente o apagado de la máquina. Si la impresora se apaga durante el trabajo, ya sea de forma voluntaria o involuntaria, detectará que el proceso se ha interrumpido al reiniciarse. Sin embargo, en lugar de ofrecer la posibilidad de reanudarlo, simplemente pide que se retire la pieza y se limpie la bandeja, poniendo así fin a la impresión. En algunos entornos profesionales en los que pueden producirse cortes de electricidad, esto puede suponer una verdadera limitación.
Flujo de trabajo y postratamiento
El flujo de trabajo que ofrece Raise3D con la DF2+ es claramente uno de sus puntos fuertes. La lógica del ecosistema es fluida, coherente y está bien pensada para entornos profesionales. Una vez finalizada la impresión, basta con transferir la bandeja a la estación de lavado dedicada, la DF-Wash. Gracias a un sistema de lectura RFID, la estación identifica automáticamente los parámetros relacionados con la resina utilizada y activa un ciclo de limpieza adecuado, sin necesidad de realizar ajustes manuales.

El flujo de trabajo se simplifica enormemente gracias al uso de chips RFID para la identificación del material y la semiautomatización del postratamiento.
La DF-Wash también incorpora un sistema de drenaje automático de alcohol isopropílico, a través de un depósito secundario previsto para tal fin. Esta función se basa en un sensor de detección por resistencia, que evita cualquier desbordamiento. Si el nivel de líquido es demasiado alto en el depósito, el sistema corta automáticamente el drenaje. Este pequeño añadido contribuye a facilitar el mantenimiento y refuerza la seguridad de uso.
Después del lavado, la bandeja se puede transferir a la estación de polimerización DF-Cure, que también detecta automáticamente los parámetros necesarios gracias a la tecnología RFID. A continuación, se inicia automáticamente el ciclo de post-polimerización, lo que garantiza un endurecimiento adecuado de la resina utilizada sin necesidad de intervención por parte del operador.

Las estaciones de postratamiento disponen de sensores que permiten la apertura y el cierre automáticos con solo presionar con el codo.
Además de esta automatización, las dos estaciones de postratamiento disponen de un sistema de apertura sin contacto, que se puede activar con la mano o el codo, lo que resulta especialmente práctico cuando se llevan guantes dañados por la resina. Esta atención a la ergonomía y la higiene contribuye a una buena experiencia del usuario, especialmente en entornos profesionales donde las manipulaciones deben reducirse al mínimo.
Por último, cuando se termina una impresión, la máquina señala visualmente el final del proceso mediante el parpadeo continuo de sus cintas LED. Si bien esto permite identificar fácilmente una pieza terminada, resulta un poco molesto cuando la impresión se inicia al final del día o durante el fin de semana, ya que los LED siguen parpadeando hasta que el usuario interviene manualmente.
Conclusión
- Contenido de la impresora 3D 8.5/10
- Software 9.5/10
- Calidad de impresión 9.5/10
- Manejabilidad 9.5/10
Puntos positivos:
- Ecosistema completo con estaciones de postratamiento automatizadas/RFID en la bandeja para simplificar los pasos.
- Gran pantalla táctil cómoda.
Puntos negativos:
- Sistema de alimentación de resina no integrado;
- Documentación aún demasiado escueta.
Con la DF2+, Raise3D confirma su misión de imponerse en el mercado de la impresión 3D de resina. Más que un simple modelo actualizado, la DF2+ representa una evolución estratégica en el ecosistema de la marca, que ahora busca abarcar todas las tecnologías importantes de fabricación aditiva.
La DF2+ destaca por su calidad de impresión, su compatibilidad con materiales técnicos gracias a su nueva fuente de luz y, sobre todo, por un flujo de trabajo automatizado e inteligente que facilita el día a día de los usuarios profesionales. La ergonomía del software, aunque aún perfectible, es en general convincente, y el conjunto máquina + postratamiento forma una solución coherente.
Quedan algunos aspectos por mejorar, como la adherencia a veces excesiva de las piezas a la bandeja, el sistema de alimentación de resina, que puede perfeccionarse, o la actual falta de compatibilidad total con RaiseCloud. Pero, en general, la DF2+ se impone como una solución de resina seria, robusta y bien pensada para entornos exigentes.
Para obtener más información sobre la Raise3D DF2+, visita su sitio web AQUÍ.