Flink, la impresión 3D de bacterias vivas en la industria
Hace unos meses te contamos de un estudio de la Universidad de Delft en los Países Bajos, sobre la impresión 3D de bacterias para mejorar el rendimiento de los materiales. Utilizando las mismas bases el Instituto Federal de Tecnología Suizo (ETH), en Zurich, desarrolló un método que permite la impresión 3D de bacterias vivas, dando lugar al material Flink, un producto que tendría un gran impacto en el sector médico y medioambiental.
En el estudio publicado por los investigadores Manuel Schaffner, Patrick A. Ruhs, Fergal Coulter, Samuel Kilcher desarrollan un hidrogel en el que las bacterias se multiplican y pueden imprimirse en 3D al mismo tiempo, controlando a la vez su desarrollo. Pueden ser utilizadas como plantas microscópicas reales, capaces de reaccionar a su entorno, utilizarse para cubrir una superficie o degradar los materiales.
Impresión 3D de bacterias vivas para la curación
El estudio de Flink proveniente de “Functionnal Living Ink” fue publicado por el Sciences Advances. Abrirá el abanico de posibilidades de materiales que se pueden utilizar en la impresión 3D, permitiendo también el desarrollo de estructuras mucho más complejas.
La biotinta desarrollada puede utilizarse en el desarrollo de estructuras complejas, dependiendo de la bacteria que se haya impreso. De acuerdo a lo que informa el ETH los investigadores utilizaron especies bacterianas Pseudomonas putida y Acetobacter xylinum. Uno de los primeros materiales que han surgido de la impresión 3D de bacterias fue la celulosa, que se encuentra en casi todas las plantas y tiene un gran potencial en la medicina, pero que hasta ahora era muy difícil de utilizar en la impresión 3D.
Las principales utilidades que podría tener el gel de celulosa sería usarlo para hacer vendajes personalizados mejorando la sanación de las heridas, y mostrando así que la celulosa puede desarrollar nuevas células de la piel y permitir una mejor curación.
Otra aplicación que está mucho más relacionada con la bioimpresión, sería utilizarlos para evitar el rechazo en los transplantes de órganos. Envolver los órganos a trasplantar con esta celulosa podría permitir el paso de los vasos sanguíneos o nutrientes, y evitaría que las células del sistema inmune ataquen al órgano.
Bacterias que evitan la contaminación
Otro campo donde la impresión 3D de bacterias podría utilizarse es en la limpieza del medio ambiente, ya que es capaz de degradar el fenol, un compuesto orgánico tóxico que disuelve el agua. Se podría por ejemplo agregar bacterias en algún derrame de petróleo y limpiar más rápidamente el entorno.
La tinta Flink no agrega únicamente propiedades a las estructuras, sería incluso posible agregar más de un tipo de bacteria por objeto para que las herramienta puedan cumplir varios roles y funciones en los materiales 3D.
Para más información puedes visitar el estudio de la ETH aquí.
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