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HP y el CSIC utilizan la fabricación aditiva para acelerar el desarrollo de una vacuna contra el COVID-19

Publicado el julio 22, 2020 por Alicia M.

La multinacional HP anunció a mediados de mes su donación al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de la bioimpresora HP D300e, capaz de dispensar compuestos farmacéuticos de manera automática. A esto se le suma una generosa aportación de 100 mil dólares a través de la HP Foundations, con el fin de acelerar  la investigación de una posible vacuna contra el COVID-19. Con la utilización de esta tecnología, el CSIC espera tener resultados que puedan combatir el virus en unas semanas, y desarrollar un estudio validado que se pueda aplicar a la población de forma masiva. Helena Herrero, presidenta de HP en España y Portugal, afirma: “Nuestra experiencia de 80 años en innovación nos ha permitido adaptar nuestra tecnología de impresión para ayudar acelerar la producción de una vacuna que permitirá salvar vidas”.

Dentro de las investigaciones que se pretenden realizar, destacan áreas de trabajo que podrían mejorar la efectividad de los tests, la evolución y seguimiento de posibles tratamientos, y la prevención ante modelos de propagación entre personas. Estos gestos prueban el compromiso de la empresa en su lucha contra la pandemia global que estamos viviendo hoy en día. Todas estas propuestas solidarias por parte de la comunidad de fabricación aditiva reafirman la colaboración de los actores en situaciones de crisis.

Créditos: HP

¿Una vacuna contra el COVID-19?

La impresora 3D proporcionada por HP permite la dispensación de biomoléculas en placas de ensayo, funcionando como los cartuchos de microfluidos en las impresoras de tinta. Sin embargo, dispensa sin contacto las moléculas optimizando las muestras y consiguiendo resultados más rigurosos y consistentes, en comparación al método tradicional de manipulación manual. A su vez, esto reduce de manera significativa los costes y el tiempo dedicado al descubrimiento de nuevos fármacos. De esta forma, se podría estudiar y analizar el comportamiento de las proteínas “pico” del virus con anticuerpos de pacientes positivos y su posterior monitorización con el fin de alcanzar la vacuna contra el COVID-19. 

Así, el CSIC utilizará la D300e para investigar las reacciones de la proteína SPIKE del virus en los sujetos más expuestos, con mayores riesgos y más vulnerables. Además, podría impulsar el desarrollo de nuevos fármacos capaces de controlar la interacción del receptor ACE2 de la proteína S del virus, y mapear la proteína “pico” del SARS-COV-2, utilizando distintos fragmentos y epítopos de proteínas. Helena Herrero continua: “En HP creemos que la combinación de ciencia e innovación en esta emergencia sanitaria ha supuesto un valor diferencial en la lucha contra esta pandemia. Desde el primer día, nuestro compromiso se ha centrado en ayudar a las personas y la sociedad, y luchar en primera línea contra la enfermedad”.

La impresora 3D de HP permite la dispensación de biomoléculas en placas de ensayo | Créditos: HP

Ahora solo queda esperar cómo va avanzando el desarrollo de las investigaciones tras la generosa contribución del fabricante HP al centro en cuestión. La búsqueda de una solución farmacológica supone una gran esperanza para la población ante la situación que nos está tocando vivir hoy en día.

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