Historia de una impresora 3D de BQ: de la fábrica a tu escritorio
La impresión 3D ha comenzado a popularizarse en los últimos años, es la tecnología que te permite llevar cualquier cosa que imagines a un objeto que estará en tus manos. Pero te has preguntado ¿Cuál es la historia de una impresora 3D de BQ? ¿Cuánto tiempo lleva crear una máquina? ¿Qué proceso se necesita para el ensamblaje y producción de estas máquinas que se proclaman como la Cuarta Revolución Industrial?
Para resolver algunas de nuestras dudas esta semana la empresa española BQ ha abierto las puertas de su fábrica en Noáin, Navarra, para mostrar como es el proceso de trabajo y creación de uno de los puntos de producción más importantes de las impresoras 3D “Made in Spain”.
Actualmente la fábrica de BQ es la responsable de producir una media de 414 productos al día, que van desde el robot Zowi, para que los niños aprendan sobre robótica, hasta sus tres impresoras 3D: la Witbox 2, la Hephestos 2 y su último lanzamiento, la Witbox Go!, la primera impresora 3D con sistema operativo Android.
BQ es una de las marcas de tecnologías 3D que más prestigio ha adquirido en los últimos años, se encuentra en el Top 3 de las marcas más vendidas de Europa, y dentro del Top 10 de las marcas más vendidas del mundo, con la venta de más de 7.000 impresoras al año, llegando a más de 50 países en el mundo.
¿Cómo comienza la historia de una impresora 3D de BQ?
Tras años de estudio e investigación, los ingenieros de BQ desarrollan lo que serán los primeros prototipos de máquinas 3D, que tras varias pruebas y ajustes podrán comenzar a producirse en la fábrica de Navarra. Al llegar a la fábrica existen dos espacios bien diferenciados, por un lado el centro de almacenaje con los productos y materiales necesarios para el ensamblaje, y por el otro el área de producción y desarrollo: donde se encuentran los ingenieros técnicos y los operarios dedicados al montaje y preparación de las máquinas para la venta y distribución en Madrid.
Cada una de las impresoras 3D que se producen dentro de la fábrica tiene diferentes tiempos de ensamblaje desde el más corto que le corresponde al robot Zowi con dos minutos, pasando por la Witbox Go! que toma entre 10 y 12 minutos, la Witbox 2 con el tiempo máximo de 20 minutos y la Hephestos con tan solo 7 minutos, esta última utiliza un sistema robotizado que agiliza la colocación de las piezas a ensamblar de cada uno de los kits de impresoras 3D.
BQ es una marca que siempre ha promovido el movimiento RepRap, y con ello la replicación de impresoras por otras impresoras 3D. Por ello cuenta con una gran sala con impresoras 3D trabajando todo el año para crear piezas que serán utilizadas en las siguientes generaciones de máquinas 3D.
Ya que se ha conseguido el ensamblaje de cada una de las máquinas, diferentes expertos se dedican a la revisión de las impresoras para que cumplan con el máximo nivel de calidad y puedan llegar a tu hogar sin ningún fallo. Realizan diferentes pruebas de impresión que evalúan el trabajo del extrusor, la velocidad de la máquina, el sonido al imprimir y la calidad de de los modelos impresos.
La fábrica se prepara para las Navidades
Durante estos meses del año la producción de la fábrica se incrementa, desde noviembre hasta febrero comienza el periodo de más demanda para la empresa española. Este año destacan especialmente la llegada de su nueva impresora Witbox Go! creada para convertir la impresión 3D en algo mucho más accesible. Con esta máquina es posible crear modelos 3D en tan solo un clic, además de poder ser operada de una manera muy sencilla a través de un smartphone.
“Acabamos de lanzar la Witbox Go!, así que la curva de crecimiento será más alta y durará mucho más. Además está dirigida a un público general, mucho más amplio, así que su fabricación y producción seguramente vaya mucho más allá de febrero y tengamos un nivel muy alto de ventas durante todo 2018” comentó Astrid Sánchez Pastor, Directora de la unidad de negocio 3D y robótica de BQ.
Otro de los productos estrella esta temporada, y que también se produce en la fábrica, no es propiamente una impresora, es el robot Zowi, un juguete educativo que enseña a los niños sobre robótica de una manera sencilla y divertida. El robot permite que aprendan de programación y montaje electrónico, fue elegido el Mejor Juguete Conectado en 2016.
No cabe duda que la historia de una impresora 3D de BQ va mucho más allá que únicamente verla en los escaparates. Con horas de producción y desarrollo, dentro de la fábrica de Navarra, BQ ha conseguido llevar las tecnologías 3D a todos los puntos del planeta y hacer las tecnologías 3D mucho más accesibles para todos.
Para más información visita el sitio web oficial de BQ.
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