Una nueva forma geométrica viaja a la Estación Espacial Internacional

Un modelo geométrico surgido de una colaboración entre la Universidad de Oxford y la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest acaba de protagonizar uno de los experimentos más llamativos en el espacio. Se trata de las llamadas soft cells, unas formas geométricas capaces de rellenar el espacio sin aristas rectas y que aparecen también en estructuras biológicas. Una de ellas, la variante f2, ha sido enviada al espacio y su comportamiento en microgravedad ha sorprendido incluso a los astronautas.
Las soft cells fueron descritas en 2024 como una nueva clase de formas geométricas que rellenan el espacio sin emplear vértices puntiagudos. Su geometría recuerda a un poliedro, pero con una diferencia clave, las caras no tienen por qué ser planas y los bordes no son necesariamente rectos. En su variante f2, las superficies son “mínimas”, similares a las que se forman cuando una película de jabón se adapta al contorno de un alambre, como en la imagen de abajo.

La forma geométrica descubierta en 2024
Esa característica llamó la atención del programa espacial húngaro HUNOR, que propuso llevar una estructura con la forma del borde de la célula f2 a la EEI, como parte de la misión Axiom-4, a la Estación Espacial Internacional (ISS). El objetivo era rellenarla con agua en microgravedad y observar cómo se formaban las superficies curvas sin la interferencia del peso del líquido. El experimento, planeado a lo largo de seis meses por el equipo de Budapest junto a Axiom Space y NASA, requirió ajustes finales ya en órbita bajo la supervisión del comandante Takuya Onishi y la tripulación de Axiom-4, donde el astronauta húngaro Tibor Kapu tuvo un papel clave. El resultado superó las expectativas. La ausencia de gravedad permitió que el agua adoptara configuraciones imposibles en la Tierra, revelando cómo las superficies mínimas se distribuyen en un volumen tan peculiar como una soft cell.
Un experimento tan singular plantea una pregunta inevitable: ¿cómo se fabricó la soft cell? Las fuentes oficiales no detallan el método exacto con el que se creó la figura 3D. Sin embargo, este tipo de prototipos suele materializarse mediante impresión 3D porque permite reproducir geometrías altamente complejas con precisión y rapidez. Además, la EEI lleva años incorporando la fabricación aditiva en numerosos experimentos, tanto en tierra como en órbita, lo que refuerza la posibilidad de que este proyecto también haya recurrido a ella.
En cuanto a las posibles aplicaciones, el Mathematical Institute de la Universidad de Oxford destaca que estos resultados no solo ayudan a comprender mejor la geometría que organiza muchos tejidos biológicos, sino que también abren la puerta a imaginar edificaciones y estructuras sin esquinas, un enfoque completamente nuevo para el diseño del futuro.
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