Fona, la empresa argentina de instrumentos impresos en 3D

La impresión 3D se ha convertido en una herramienta muy valiosa para la creación de instrumentos musicales ya que está transformando por completo la forma en que se crean y se accede a ellos. Al utilizar materiales personalizados y diseños únicos, se pueden fabricar instrumentos con características sonoras y físicas específicas que son mucho más difíciles de conseguir de manera tradicional. Además, ha permitido la creación de instrumentos más accesibles y asequibles para músicos de todo el mundo, especialmente en sitios donde el acceso a instrumentos tradicionales puede ser limitado. Hoy hablamos con Fona, una empresa argentina que crea instrumentos mediante el uso de la impresión 3D y nos cuentan todos los detalles sobre su proyecto. 

¿Puedes presentarte y contarnos tu relación con las Tecnologías 3D?

Mi nombre es Martín Juárez Brizzi, estudiante de arquitectura, empresario, músico y artista gráfico. Desde mis inicios en la universidad tengo contacto con la Impresión 3D empezando siendo parte del equipo del primer fabricante de impresoras 3D en Argentina, Zootec3D. La novedad de la tecnología y la simpleza de su implementación me han impactado. Pero no me quedé allí: si bien es un método novedoso, un nuevo medio de fabricación debería entonces esto tener algún impacto en productos. Mi mayor expertís en ese momento era la música, asi que uní la fabricación digital con la música y ahí surgió Fona.

Créditos: Fona

¿Que es Fona y como surgió la idea de crearlo?

Fona es un emprendimiento que investiga, desarrolla e innova en la fabricación de instrumentos musicales. Fona se concretó por medio de una gran oportunidad. En el año 2015 el gobierno nacional argentino por medio del ex Ministerio de Industria publicaron un certamen de capital semilla a proyectos y emprendimientos. Fona fue inscripto en ese certamen y con el avance del mismo no solo se fue definiendo como proyecto sino que fue ganador del capital semilla. Con esta primera gran novedad supimos que Fona generó un gran interés y gran potencial de impactar en los instrumentos y en la música. Allí el sueño comenzó con bases sólidas.

¿Como usáis la impresión 3D en vuestra actividad? ¿Qué tipo de instrumentos 3D tenéis disponibles?

Es nuestro método de fabricación principal en el desarrollo de nuestros instrumentos. Tal es así que quisimos bautizar esta nueva forma de fabricar instrumentos como «Luthería Digital» pues, de hecho, necesitamos combinar no solo la fabricación digital con sus beneficios en tiempo y costos, sino también aplicar conocimientos propios de la luthería tradicional. Tenemos instrumentos de cuerda y de viento. Por citar algunos ejemplos, desarrollamos charangos, ukeleles, guitarras eléctricas, violines, ocarinas, flautas dulces. Se han concretado más instrumentos pero estos son los más exitosos a grandes rasgos hasta el momento.

Créditos: Fona

¿Qué beneficios ofrece esta tecnología? ¿Hay alguna limitación?

El impacto principal es la simpleza y la reducción de costo de la fabricación. Si comparamos la luthería tradicional con respecto a nuestra Luthería Digital, todas las modificaciones, versiones, arreglos que realizemos a los instrumentos primero debemos diseñarlo por medio de un programa de modelado 3D. Esto da mucha libertad creativa sin costo adicional. Aquí es posible indagar por opciones artísticas y/o funcionales, planificar el instrumento, combinar materiales, etc. Da un abanico enorme de posibilidades que, a pesar de que Fona tenga ya 8 años, aún nos queda mucho por investigar y probar. Las limitaciones solo se ajustan al presupuesto que uno disponga. Es decir, si se tiene solamente una impresora 3D es posible que no se pueda tener una gran producción, pero este límite se amplía si se tienen más impresoras a disposición. Lo mismo con los materiales. Pero lo más interesante de la fabricación digital es no el hecho de reemplazar todos los componentes por impresión 3D sino combinar la impresión 3D con los métodos existentes y, de esa manera quizá, impactar en productividad, en expandir la customización de un instrumento, en darle mayor argumento artístico o funcional.

¿Donde ves la fabricación aditiva en los próximos años?

Previo a la respuesta me encantaría dejar aclaraciones. A esta altura del partido la fabricación aditiva ya encontró un lugar dentro de las industrias existentes habiendo resultado algo bastante accesible al público general. Ya se aplicó en Arquitectura, Luthería, Diseño Industrial, Tecnología Aeroespecial, por decir algunos. Entonces, lo que comentaré a continuación no quiere decir que habría que esperar pasivamente a que la novedad llegue, sino que hay que poner las manos en la masa. Cito a Elon Musk decir que «La tecnología no avanza automáticamente, solo avanza si hay un grupo de personas trabajando super duro para ello». Y tiene mucha razón. Si se espera que la fabricación aditiva mejore, impacte mejor, sea más disruptiva, es necesario que gente valiente, capaz y hasta un poco loca se meta a trabajar en esto. Por suerte hoy tenemos referentes en todos los rubros, ya otros comenzaron primero antes que nosotros. Es aprender de ellos y que de nuevo podemos ofrecer entre nuestras ramas de expertos. La fabricación aditiva en los próximos años debería ya de ser una tecnología confiable, firme y formando equipo como parte de tantas otras tecnologías más tradicionales. Y me refiero tanto a escala doméstica como también a escalas de alta tecnología (como la aeroespacial). Pero insisto en que no depende de la tecnología por si misma, depende de las personas que han decidido llevar la fabricación digital más allá y trabajen por ello.

Créditos: Fona

¿Unas últimas palabras a los escritores?

Tuve la suerte de vivir en mi país, Argentina, los orígenes de la impresión 3D, los primeros fabricantes, los primeros eventos. Han pasado 8 años y el entusiasmo por esta tecnología no ha cambiado en ningún momento. La fabricación aditiva aún tiene mucho para decir entre los distintos rubros. Me atrevo a llamar a los rebeldes, a los astutos, a los locos para invitarlos a pensar distinto sobre la fabricación digital. Creo que la oportunidad de impacto ahora la tienen los artístas en este rubro. Se debería demostrar, a esta altura, cómo la fabricación digital impacta en todo lo que conocemos y a pesar de lo superlativo que ya se realizó aún queda muchísimo por hacer. Esa es la oportunidad.

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*Créditos foto de portada: Fona