La fábrica que convierte desechos electrónicos en filamentos 3D
Esta semana se anunció la apertura de una un micro-fábrica dedicada al reciclaje de residuos electrónicos que les dará una segunda vida convirtiéndolos en filamentos 3D. Este proyecto de la Universidad de New South Wales (UNSW) en Australia es una iniciativa que bien podría reducir el impacto ambiental de los bienes de consumo electrónicos en el futuro.
Cada vez son más los proyectos que están intentando combinar la impresión 3D y la ecología ofreciendo productos más respetuosos con el medio ambiente. Este concretamente nos recuerda al proyecto africano que desarrolla impresoras 3D a partir de desechos electrónicos. Hace igualmente eco de proyectos como la reutilización de desechos para el mobiliarios, como el proyecto de Emerging Objects o el filamento creado por la empresa francesa OWA a partir de toners de tinta utilizados.
Los filamentos 3D como nueva vida de los desechos
De acuerdo con un estudio realizado por la Universidad de las Naciones Unidas, Oceanía produjo 15,2 kg de residuos electrónicos per cápita en 2014. Estos residuos electrónicos se han incrementado en un 63% entre 2010 y 2015, alcanzando un total de 12,3 millones de toneladas. La micro-fábrica propuesta podría ser una respuesta a este aumento alarmante y proponer un ciclo de vida del producto electrónico. Este último se transformaría en un filamento de impresión 3D, lo que posibilitaría la fabricación de otros objetos útiles para el consumidor.
«Nuestra planta de residuos microelectrónicos proporciona una solución rentable para uno de los mayores desafíos ambientales de nuestro tiempo, al tiempo que ofrece oportunidades en términos de empleo en nuestras ciudades y zonas rurales, dijo el profesor Veena Sahajwalla, Director del centro SMaRT. Mediante el uso de nuestras tecnologías de fabricación respetuosos con el medio ambiente, estas micro-fábricas pueden convertir los residuos en el que se crean y almacenan, permitiendo a las empresas locales y no sólo frente a las comunidades locales los problemas de residuos, sino también para desarrollar una oportunidad de negocio de los materiales creados «.
Estas micro-fábricas podrían integrarse en sitios de tan solo 50 metros cuadrados, gracias a su diseño modular que permite un alto nivel de flexibilidad y adaptabilidad. De hecho, habría varios módulos diferentes según el tipo de residuo tratado y su utilidad final. Por ejemplo, las computadoras portátiles y las carcasas para smatphones se descompondrían primero, y luego un robot identificaría los elementos útiles entre los desechos. Otro módulo sería usar un horno pequeño para convertir estas partes en materiales, usando un proceso de temperatura controlado con precisión.
Algunos módulos serían específicos para el tipo de materia prima procesada. Las aleaciones metálicas recuperadas de placas de circuitos impresos serían reutilizadas para fabricar componentes metálicos para diversos procesos de fabricación. El desperdicio de plástico a su vez se convertiría en diferentes filamentos utilizables en impresoras FDM.
La Universidad explicó que par el desarrollo e investigación de sus trabajos cuentan con la colaboración de diferentes empresas y asociaciones. Para más información no te pierdas el siguiente vídeo:
Para más información sobre el proyecto de las micro-fábricas puedes visitar la web oficial aquí.
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