La guía definitiva para bolígrafos y lápices 3D
En la época en la que vivimos, la tecnología avanza en todos los lugares del mundo. Mientras un científico investiga la cura para una enfermedad, en otro lugar del globo un ingeniero trata de optimizar el proceso de construcción de un reactor para una agencia espacial. Día tras día estas innovaciones nos sorprenden y nos permiten avanzar en la llamada “cuarta revolución industrial”. Por su parte la impresión 3D forma parte de ella gracias a sus sorprendentes aplicaciones en los distintos campos de estudio, ya sea ingeniería, arquitectura, medicina o alta cocina. La mayoría de las personas cuando oyen las palabras impresión y 3D, automáticamente piensan en una gran impresora haciendo formas imposibles, pero ¿y los bolígrafos 3D?
Un bolígrafo 3D o lápiz 3D es una herramienta que gran parte de la población no sabe siquiera que existe. Se trata de una pequeña herramienta 3D de mano con forma de bolígrafo capaz de imprimir formas tridimensionales. Al igual que muchas impresoras 3D, estos bolis, trabajan con filamentos de plástico, que se funden en la punta permitiendo al dibujante imprimir formas en tres dimensiones a mano alzada. Algunos de estos bolígrafos y lápices 3D permiten al usuario cambiar de filamento de plástico, pudiendo de esta forma usar distintos colores en la creación de la figura.
Increíbles figuras creadas con un bolígrafo 3D de nivel aficionado (Créditos: 3D&Print)
¿A QUIÉN VAN DIRIGIDOS ESTOS BOLÍGRAFOS?
Muchas personas piensan que los bolígrafos 3D son herramientas para niños, y los consideran un juguete. Bien, pues en parte tienen razón, ya que sí que hay bolis que están pensados para que los más pequeños puedan iniciarse en el mundo de la impresión 3D, permitiéndoles dibujar en el aire desde figuras muy simples, hasta otras más complejas como dragones, superhéroes o animales. Además, permite a los más jóvenes fomentar su aprendizaje, dándoles opción a dibujar formas geométricas para entender mejor las matemáticas, o partes del cuerpo para la biología. Eso sí, siempre con cuidado y siendo supervisados por un adulto, ya que la punta del bolígrafo está muy caliente para poder fundir el filamento de plástico y es posible quemarse.
Por otro lado, hay bolígrafos 3D que no tienen nada que ver con los pensados para los más pequeños. Las capacidades de éstos son muy superiores, tienen diseños más elegantes, y la calidad de la impresión final podría parecer la de una impresora 3D de mesa dependiendo de la habilidad del usuario. Hablamos de bolígrafos y lápices con una alta precisión durante la impresión, que puede utilizarse en los sectores del automovilismo, la moda o la joyería para dar vida a diseños y crear prototipos. Además, cabe resaltar que muchas personas utilizan los bolígrafos 3D para reparar objetos rotos, dado que permiten una libertad total de impresión sobre cualquier superficie. Estos bolis, abordan un abanico más amplio de tecnologías, donde podemos encontrar algunos que usan resina (CreoPop), materiales comestibles (Polaroid) y otros tipos de plástico distintos como el PLA o el ABS, mientras que los destinados para niños usan PVA. Además, hay que contar con que ciertos lápices y bolígrafos son capaces de imprimir en materiales como nylon, metal o madera (3Doodler Pro).
El bolígrafo 3D de CreoPop es capaz de imprimir figuras con resina (Créditos: CreoPop)
CONSEJOS DE UTILIZACIÓN
El primer paso para poder realizar nuestra impresión con un bolígrafo 3D es asegurarnos de precalentarlo, esto es imprescindible para poder fundir los filamentos de plástico. A pesar de que algunos modelos tarden poco más de un segundo y otros emitan un sonido una vez estén listos, hay bolígrafos que no, de manera que es muy importante asegurarse de que haya precalentado para poder ponernos a imprimir.
Acto seguido, debemos preparar un papel para poder comenzar a imprimir sobre él. Dependiendo del grado de profesionalidad del usuario se recomienda: cartón para los niños o usuarios con poca experiencia, y papel transparente con pegamento para usuarios con más experiencia o profesionales.
Ajustar la velocidad de impresión es otro requisito fundamental. Si la velocidad es demasiado alta, la pieza va a quedar rugosa. Por otro lado, si la velocidad es demasiado baja, habrá exceso de filamento que incrementará el peso de la pieza final. Por ello, ajustar la velocidad es fundamental.
Una vez comencemos la impresión, debemos asegurarnos de que sujetamos el boli con firmeza. Si permitimos que se tambalee, no sólo perderemos mucha calidad de impresión y reduciremos nuestra precisión, sino que tenemos el peligro de que se nos escape y quemarnos. De manera que siempre hay que agarrar el boli con confianza y seguridad.
Ahora que tenemos nuestro papel o cartón y el boli agarrado con firmeza, tenemos que ajustarlo a la superficie sobre la que queremos imprimir, así como ajustar la temperatura de la boquilla a la adecuada para el material que vayamos a emplear.
Los bolígrafos y lápices 3D tienen una reserva de material limitada en su interior, por lo que hay que estar pendientes del material restante, para que cuando veamos que se acaba, recargarlo y poder seguir con nuestro proceso de impresión.
Algunos ejemplos de creaciones que se pueden hacer en casa gracias a esta tecnología (Créditos: CoLiDo Pen 3D)
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*Créditos de foto de portada: FORBES
