El fabricante Asiga está especializado en el desarrollo de impresoras 3D de resina, más concretamente para el sector dental. Desde 2011, la empresa ha diseñado una gama de máquinas fáciles de usar y relativamente asequibles. Actualmente, todas sus impresoras 3D se fabrican en Australia, pero la empresa también tiene oficinas en Estados Unidos y Alemania. Entre su gama de soluciones se encuentra la impresora MAX 3D, la más compacta y asequible.

Características de la impresora MAX 3D

La máquina se basa en el proceso de fotopolimerización y, más concretamente, en la tecnología DLP. Está disponible con varios tipos de LED -365 nm, 385 nm o 405 nm- para proporcionar un curado más o menos preciso de las capas de resina en función de la aplicación deseada. Con un volumen de impresión de 119 x 67 x 75 mm, la impresora 3D MAX incorpora un radiómetro interno para ajustar automáticamente el tiempo de fotopolimerización, lo que garantiza un alto nivel de detalle y una calidad óptima.

En cuanto a los materiales, la impresora MAX 3D es una máquina abierta, lo que significa que es compatible con más de 500 resinas disponibles en el mercado. En función de su aplicación: odontología, joyería, industria, etc. – puedes elegir la mejor opción en función de sus limitaciones. Por ejemplo, la impresora 3D es compatible con resinas desarrolladas por BASF, Henkel, Graphy, Evonik o NexaDent.

Actualmente, la máquina se entrega con un kit de calibración, una botella de un kilo de resina de su elección, el software Composer del fabricante y asistencia técnica ilimitada. La impresora MAX 3D está especialmente indicada para el sector médico, ya que resulta ideal para diseñar dispositivos médicos personalizados tanto para odontología como para audiología.